top of page

Somos bendecidos cuando obedecemos la Palabra de Dios.

4Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
Lucas 5:4-5

Jesús sabe lo que dice y lo que hace.

¡A veces nos pide que hagamos algo que puede parecer una locura!
 
¿Pero sabes qué es lo mejor?

Si confiamos y obedecemos, todo lo que Él nos diga que hagamos dará gran resultado, porque Dios ya ha visto lo que sucederá en el futuro.
Un hombre experimentó lo que aquí contamos.
Jesús le dijo que hiciera algo que parecía que no iba a funcionar.
 
¿Pero adivina qué pasó?
 
¡Descúbrelo ahora leyendo la historia!

PESCADORES DE HOMBRES

Una maravillosa pesca se produjo porque Simón obedeció.

Referencia bíblica: Lucas 5:1-11

Un día Jesús estaba cerca de la orilla del lago de Galilea. Había mucha gente allí sólo para escuchar lo que enseñaba acerca de Dios.

Fue entonces cuando Jesús vio cerca de él dos barcas, que pertenecían a pescadores locales. Se subió a uno de ellos y se alejó un poco de la playa porque así podría hablar mejor con la gente, al no estar apretado entre ellos.

Pero mientras tanto Jesús ya se había dado cuenta de que estos pescadores estaban lavando sus redes.
 
¿Sabes lo que eso significa? ¡Que no habían conseguido pescar nada! Vaya, ¡qué noche de trabajo desperdiciada!

Los pescadores dependen de la pesca para comer, vender y sustentar a sus familias, así que no pescar es muy malo.

Cuando Jesús terminó de hablar acerca de Dios a aquellas personas, llamó a Simón Pedro, el dueño de una de las barcas, y le dijo:

—Ve a donde el agua es más profunda y podrás volver a echar tus redes.

Simón, aún sin conocer todo el poder de Jesús, respondió:

—Maestro  , hemos estado trabajando duro toda la noche intentando pescar, ¡pero no hemos conseguido pescar nada! Pero, mira, porque estás diciendo eso, vamos a obedecer y vamos a echar las redes de nuevo, ¿de acuerdo?
Cuando Simón y los otros pescadores siguieron las instrucciones de Jesús y echaron sus redes, entraron tantos peces que las redes comenzaron a romperse y tuvieron que pedir ayuda a otros pescadores que estaban cerca. ¡Imagínense cómo fue eso!

¡Los barcos estaban tan llenos de peces que casi se hundieron por el peso! ¡Guau!

Al ver esto, Simón Pedro se arrodilló inmediatamente ante Jesús. Él y los otros pescadores, cuyos nombres eran Santiago y Juan, se dieron cuenta del enorme poder que tenía Jesús ¡y se quedaron sin palabras! Y veamos cómo termina la historia: después de este milagro, Jesús llama a Simón Pedro y a los demás a ser sus discípulos.

¿Sabes qué es un discípulo? Un discípulo es una persona que se esfuerza por aprender de alguien que sabe más que él. En este caso, Jesús enseñó acerca de la Palabra de Dios, y estos tres hombres aprenderían de Jesús lo que estaba en la Biblia para poder enseñárselo también a otros.

¡Qué maravilloso! ¡Siempre vale la pena escuchar lo que dice Jesús y obedecerle!

PESCADORES DE HOMBRES

¿Qué aprendiste de la historia de la pesca?

Todos tenemos que esforzarnos por hacer siempre lo mejor posible, ¿no es así? En esta historia, por ejemplo, Simón Pedro y los otros pescadores ya habían hecho todo lo que sabían, ¡pero nada funcionó!

Jesús, que siempre ve el futuro y nos ama, ya sabía cómo solucionarlo. Entonces dio una orden, porque quería realizar un milagro.

Pero pensemos en esto: si Simón no hubiera escuchado a Jesús, ¿habría podido pescar tantos peces?

Por supuesto. Simón necesitaba confiar y obedecer lo que Jesús había ordenado para recibir su bendición más tarde.

¡Esto nos enseña que siempre somos bendecidos cuando obedecemos lo que Jesús dice, y lo que Jesús dice está en la Palabra de Dios!

Es HORA de ORAR

Jesús, sé que ya has visto mi futuro y siempre tienes lo mejor para mí, ¡porque me amas! Por eso siempre quiero obedecerte. Aunque me pidas algo que parezca un poco raro, si me lo dices, ¡estoy dentro! Gracias por siempre querer bendecirme. Amén.

Simon pescador de hombres

44eed96f-273a-492a-ba36-28f76258a20f.png

Desde nuestro ministerio familiar, trabajamos con amor para ayudarte a crecer espiritualmente.

¡Dios te bendiga y te acompañe en cada paso!

Contacto

c8748cef-fdad-4835-8d22-6a680b4a8076.png

Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
(Proverbios 22:6)

bottom of page