La mentira que creció más de lo esperado
- Tesoros en el cielo
- hace 5 días
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Lectura bíblica: Proverbios 12:22
Elías era una persona tranquila, pero un día cometió un error: dijo una pequeña mentira para evitar meterse en problemas.
Nada grande. Nada “grave”. Solo una frase rápida:
—No fui yo… yo no lo hice.
En ese momento sintió un pequeño pinchazo en el corazón, pero lo ignoró. Pensó:
—Es algo pequeño… mañana se olvida.
Pero al día siguiente alguien preguntó más detalles, y Elías, para no quedar mal, tuvo que inventar otra mentira. Y luego otra. Y luego otra.
Lo que comenzó como una “mentirita” se convirtió en algo más grande. Como una bola de nieve que va rodando y se hace enorme sin que te des cuenta.
Pronto Elías ya no sabía cómo sostener su historia. Se sentía nervioso, incómodo, inquieto. Cada vez que alguien hablaba del tema, su corazón latía más rápido.
Un día, en casa, alguien lo vio preocupado y le preguntó:
—Elías, ¿te pasa algo?
Él dudó. No sabía si decir la verdad o seguir aumentando la historia. Finalmente, con voz baja, dijo:
—Creo que una mentira mía se hizo demasiado grande.
La persona se sentó a su lado y con mucha ternura le dijo:
—Elías, las mentiras son así. Empiezan pequeñas, pero si no las cortas desde el principio, se hacen gigantes. Y cuando crecen… te atrapan.
Luego tomó una Biblia y leyó:
“Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su contentamiento.” —Proverbios 12:22
—¿Sabes qué significa esto? —continuó—. Que Dios ama la verdad porque la verdad da paz. Pero la mentira trae preocupación, confusión y dolor. Una mentira nunca se queda pequeña… siempre crece. Y mientras más crece, más difícil es detenerla.
Elías bajó la mirada. Sabía que era cierto.
Esa noche no pudo dormir bien. Daba vueltas en la cama, pensando en cómo una mentira tan pequeña se había convertido en un peso tan grande.
Finalmente oró:
—Señor, ayúdame. No quiero vivir con miedo. Quiero decir la verdad. En le nombre de Jesús, amén.
Al día siguiente, Elías reunió valor. Buscó a las personas involucradas, respiró profundo y dijo con honestidad:
—Tengo que decirles algo… no fui sincero.
Esperaba regaños o enojos. Pero para su sorpresa, lo que recibió fue algo más fuerte: alivio.
Las personas agradecieron su sinceridad. La carga de su corazón se levantó. Por primera vez en días, respiró paz.
Esa tarde, la misma persona que lo aconsejó le dijo:
—¿Ves qué hermoso es vivir en la verdad? La mentira siempre crece… pero la verdad siempre libera.
Y Elías lo entendió profundamente.
Desde ese día, tomó una decisión final:
Cuando algo se esconde, crece. Pero cuando se confiesa, sana.
Pregunta a tus hijos cual es la enseñanza que aprendieron hoy...
Enseñanza de hoy: La mentira crece y nos ata, pero la verdad trae paz y libertad.
¿Has dicho una mentira que luego se hizo más grande?
¿Qué hubiera pasado si hubieras dicho la verdad desde el comienzo?
¿Tienes paz… o estás cargando un peso en el corazón?
¿Qué verdad necesitas decir hoy para ser libre?
Hoy aprendimos que la mentira nunca se queda pequeña. Siempre empieza disfrazándose de algo “sin importancia”, pero si no la detenemos a tiempo, crece, se complica y termina dañándonos. Cada vez que añadimos una mentira nueva para cubrir la anterior, nuestro corazón pierde paz y nuestra conciencia se endurece. Dios quiere librarnos de ese ciclo antes de que nos atrape.
La verdad puede parecer difícil al principio, pero siempre trae libertad, descanso y restauración. Aprender a decir la verdad desde el inicio es una muestra de carácter, valentía y obediencia a Dios. Quien vive en la mentira vive con miedo; quien vive en la verdad vive con paz. La sinceridad trae luz a nuestra vida, abre caminos para sanar relaciones y permite que el Señor forme un corazón limpio dentro de nosotros. La mentira nos ata; la verdad nos hace libres.
🎯 Reto de hoy:
Si hay algo que no has dicho con verdad, entrégaselo a Dios y busca hablarlo con humildad.
Ora antes de hacerlo:
“Señor, dame valor para vivir en la verdad.”
Recuerda esto:
La mentira crece…La verdad libera.
La mentira pesa…La verdad da paz.
La mentira atrapa…La verdad restaura.
Versículo clave: Proverbios 12:22
Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su contentamiento.
Es Hora de Orar...
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Dios te ama y quiere que estés con Él para siempre.
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