Guardianes de la creación de Dios
- Tesoros en el cielo

- 4 nov
- 3 Min. de lectura
Lectura bíblica: Génesis 2:15
Abigail vivía cerca de un parque lleno de árboles altos que daban sombra fresca, pajaritos que cantaban, y flores que parecían pintar el suelo de colores. Cada tarde, Abigail jugaba ahí, corriendo entre los árboles y disfrutando del aire limpio.
Pero un día, mientras jugaba con unos amigos, tomó un palo y empezó a golpear la corteza de un árbol. —A ver si se rompe— dijo entre risas. Sus amigos comenzaron a arrancar hojas y tirar basura en el suelo para seguir el juego.
Había un señor mayor sentado en una banca leyendo la Biblia. Los observó y se acercó con calma. —Niños, ¿por qué lastiman el árbol? —preguntó con tristeza.
Abigail respondió sin pensar:
—Es solo un árbol, hay muchos.
El hombre sonrió con paciencia y dijo:
—El Señor creó cada árbol con propósito: dan sombra, oxígeno, vida a los pájaros… Cuando cuidamos la creación de Dios, lo honramos. Cuando la dañamos, mostramos ingratitud.
Abigail sintió una punzada en el corazón, pero se hizo la despreocupada. Sin embargo, esa noche, al dormir, recordó sus palabras y el sonido de la corteza rompiéndose bajo su palo. Se sintió mal y oró bajito:
—Señor, hoy no cuidé lo que Tú hiciste. Lo traté como si no importara. Perdóname. Quiero honrarte cuidando tu creación. En el nombre de Jesús, amén.
A la mañana siguiente, Abigail tomó una botella de agua y una pequeña pala, y fue al parque. Vio la marca que había dejado en el árbol y le dio tristeza. Entonces comenzó a limpiar alrededor, recogiendo basura y regando el árbol con cariño.
Sus mismos amigos la observaron sorprendidos. —¿Qué haces? ¿Ahora te importa un árbol? —se burlaron suavemente.
Abigail respiró profundo y contestó con valentía:
—Sí. Dios creó esto, y quiero cuidarlo. Si Dios nos dio un mundo tan bonito, cuidarlo es nuestra responsabilidad.
Los amigos se quedaron callados. Uno de ellos tomó una bolsa y dijo:
—Bueno, te ayudo.
Poco a poco, todos comenzaron a recoger basura y cuidar el parque. Y cada vez que alguien intentaba arrancar hojas o tirar un papel, Abigail decía con dulzura:
—Eso no honra a Dios. Él hizo esto para que lo disfrutemos, no para destruirlo.
Ese día, el mismo señor mayor volvió a pasar. Miró el parque limpio y sonrió:
—Dios ama los corazones que cuidan lo que Él hizo —dijo—. Ustedes están siendo pequeños guardianes de Su creación.
Abigail sintió paz. Ahora entendía: cuidar la naturaleza no era solo ser educado o limpio… era obedecer, amar y honrar al Creador.
Cada árbol, cada hoja, cada ave canta gloria a Dios. Y ella quería unirse a ese canto, no destruirlo.
Pregunta a tus hijos cual es la enseñanza que aprendieron hoy...
Enseñanza de hoy: Cuidar la naturaleza honra a Dios, porque todo lo que Él creó es un regalo para nosotros.
¿Cómo trato la naturaleza cuando juego o camino por la calle?
¿Mis acciones muestran que valoro lo que Dios creó?
¿Estoy cuidando o dañando la creación del Señor?
La naturaleza es un regalo de Dios y demuestra Su amor y belleza. Él nos dio el privilegio de cuidar Su creación, no de dañarla. Cuando protegemos los árboles, respetamos los animales y mantenemos limpio nuestro entorno, mostramos gratitud y obediencia.
Ser hijos de Dios también es ser guardianes de Su creación, amándola como Él la hizo, porque todo lo que Él creó lleva Su huella y Su gloria.
🎯 Reto de hoy:
Haz algo para cuidar la naturaleza hoy:
🌱 Planta una semilla o riega un árbol.
🧹 Limpia una parte de tu parque o patio.
🐦 Deja agua limpia para pajaritos en un platito.
Recuerda: cuando cuidas la creación, también estás adorando a Dios. 💛🌳
Versículo clave: Génesis 2:15
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Es Hora de Orar...
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¡Tenemos una buena noticia para ti!
Dios te ama y quiere que estés con Él para siempre.
Descubre el camino con nosotros paso a paso. 🚶♂️🚶♀️💖

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