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A su tiempo… no antes

  • Foto del escritor: Tesoros en el cielo
    Tesoros en el cielo
  • hace 14 minutos
  • 4 Min. de lectura

Lectura bíblica: Eclesiastés 3:1


Ramiro veía que muchos jóvenes de su salón ya estaban en noviazgo. Algunos presumían en redes, otros se daban regalos, y parecían estar viviendo la mejor etapa de sus vidas.


Él, sin embargo, se sentía confundido.


No sabía si también él debía entrar a una relación…o si debía esperar.


Pero en su corazón había una presión que cada día crecía más.


Una tarde, cuando regresó a casa, se sentó en la sala sin decir palabra. Su tío lo observó en silencio un momento, y luego se acercó con calma.


—Ramiro, te noto inquieto estos días —le dijo—. ¿Qué pasa por tu corazón?


Ramiro dudó un poco…pero al final habló con sinceridad.


—Tío… siento que todos ya tienen novia… y yo no. Y a veces creo que ya debería tener a alguien. No sé si estoy atrasado, o si estoy mal.


Su tío lo escuchó con paciencia, sin interrumpirlo.


Luego tomó su Biblia, la abrió en Eclesiastés y leyó:


“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.” —Eclesiastés 3:1


Después, puso su mano en su hombro y dijo:


—Hijo, el mundo te empuja a correr, pero Dios te enseña a esperar. Cuando el corazón se acelera, la mente se confunde y las emociones pierden dirección. El noviazgo es hermoso en el tiempo correcto, pero muy doloroso cuando llega antes.


Ramiro bajó la cabeza.


Su tío continuó con amor:


—Dios estableció etapas… la infancia para aprender, la adolescencia para crecer en carácter y obediencia, y la juventud para definir propósito. Si tú entras al amor antes de que tu corazón esté listo, sufrirás más heridas que alegrías.


Hubo silencio unos segundos.


Luego su tío añadió:


—Cuando llega el tiempo de Dios, el amor trae paz. Cuando llega fuera de tiempo, solo trae cansancio emocional, celos, discusiones y distracciones.


Ramiro sintió que esas palabras lo atravesaban por dentro.


Esa noche, al acostarse, meditó largo rato:


—¿Y si apresurar el amor me roba el plan de Dios?—¿Y si esperar me prepara para algo mejor?


Al día siguiente decidió empezar a guardar su corazón.


Ya no se comparó con los demás. Ya no se sintió presionado. Ya no buscó acelerar nada.


En lugar de correr al amor…corrió hacia Dios.


Empezó a servir más en la iglesia, a ayudar más en casa, a disciplinarse en la escuela, y a crecer en responsabilidad.


Con el paso de los días, notó algo hermoso:


  • Su mente era más clara

  • Su corazón más ligero

  • Su ánimo más firme

  • Su fe más fuerte


Y entendió una verdad poderosa:


El amor inmaduro esclaviza…pero el amor en el tiempo de Dios libera.


Un domingo, el pastor dijo:


“El noviazgo no es para llenar vacíos, es para caminar hacia un futuro con propósito.”


Ramiro sonrió. Esa frase selló su corazón.


Ese día comprendió que esperar no era perder tiempo…sino permitir que Dios formara su interior.


Desde entonces, cada vez que siente presión, recuerda el consejo de su tío:


“Nada llega tarde cuando Dios lo envía.”


Pregunta a tus hijos cual es la enseñanza que aprendieron hoy...

Enseñanza de hoy: El amor correcto llega en el tiempo de Dios, no cuando nosotros lo apresuramos.


  • ¿Estás sintiendo presión por tener novio(a)?

  • ¿Estás guardando tu corazón o buscarías llenar un vacío?

  • ¿Confías en el tiempo de Dios?

  • ¿Estás creciendo ahora para amar mejor en el futuro?


Hoy aprendimos que el noviazgo no es para correr, ni para llenar vacíos, ni para seguir la presión de los demás, sino para vivirlo en el tiempo correcto que Dios ha establecido. Cuando tratamos de adelantarnos a Su voluntad, solo nos exponemos a heridas emocionales, a confusiones en el corazón y a decisiones precipitadas. Sin embargo, cuando aguardamos con paciencia y guardamos nuestro corazón, Dios nos prepara internamente, madura nuestras emociones y fortalece nuestro carácter.


La espera no es una pérdida de tiempo, es formación. Cada etapa tiene un propósito divino. La adolescencia no es para acelerar el amor, sino para crecer en sabiduría, responsabilidad, obediencia, identidad y fe. El verdadero amor llegará en el momento en que Dios lo determine, y cuando eso suceda traerá gozo estable, paz duradera y propósito espiritual.


Hoy entendemos que el tiempo de Dios es perfecto, y cuando confiamos en Él y guardamos nuestro corazón, estamos construyendo un futuro bendecido, sin dolor innecesario y lleno de la gracia del Señor.


 🎯 Reto de hoy:

Ora esta noche y dile a Dios:


“Señor, quiero esperar Tu tiempo. Guárdame y prepárame.”


Recuerda esto:

El noviazgo no es para correr; el amor correcto llega en el tiempo perfecto de Dios, no cuando tú lo apresuras.


Versículo clave: Eclesiastés 3:1

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.


Es Hora de Orar...


🌈✨ ¿Te gustaría ir al cielo… pero no sabes cómo? ✨🌈


 ¡Tenemos una buena noticia para ti!

 Dios te ama y quiere que estés con Él para siempre.

 Descubre el camino con nosotros paso a paso. 🚶‍♂️🚶‍♀️💖



Beto Cristiano
Beto Cristiano

 
 
 

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¡Dios te bendiga y te acompañe en cada paso!

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(Proverbios 22:6)

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